El más importante; evitar la imputación de la empresa en el caso de que se cometa un delito en su seno. Pero también produce ventajas importantes:

  • Mejora la gestión. Nos permite encontrar puntos de mejora, detectar a tiempo errores o vicios de comportamiento. Es una herramienta para detectar irregularidades e ineficiencias.
  • Mejora la reputación. Involucra a toda la organización en la consecución de un comportamiento ético que se reflejará en la percepción que de nosotros tiene la sociedad y particularmente nuestros clientes y proveedores.

Forma parte de la nueva manera de hacer negocios. Con la publicación de normas certificables en anticorrupción y Compliance a nivel nacional e internacional, serán cada vez más las empresas que lo implementen y que lo exijan a sus clientes y proveedores.

  • Mejora la contratación. Esta confianza también se la transmitimos a nuestros proveedores financieros, de seguros, Hacienda, Seguridad Social, organismos públicos, etc. Atrae clientes e inversores cada vez más exigentes con las organizaciones respecto a su Responsabilidad Social Empresarial. Y permitirá acceder a productos y contrataciones en mejores condiciones y precios.

Mejora la seguridad. Nos permite detectar fraudes, la utilización indebida de los medios de la empresa, robos y actitudes impropias en los mandos intermedios, empleados y proveedores.